Terminar una cena, recital o silencio. Dar la vuelta a la almohada para llorar completamente, para preñarla de pena en ambos lados. Y después la rotura de las vértebras que casi nadie vislumbra... acontecer tan sólo en la palabra.
No he entendido nada. Pero claro, ahí también está lo bonito, en hacerlo difícil... en el "quien quiera entender que entienda" o en el que cada uno pueda entender algo diferente.
No he entendido nada. Pero claro, ahí también está lo bonito, en hacerlo difícil... en el "quien quiera entender que entienda" o en el que cada uno pueda entender algo diferente.
ResponderEliminarSi es que me encanta este blog...jejej
:)
ResponderEliminarY a mí me encanta ver que de vez en cuando sacas tiempo para pasar por aquí.